Anónimo, El Nacimiento de Pelucas, c.1478, óleo sobre madera
Se sospecha que fue un encargo de Pierfrancesco de Médici.
Porque los coates siempre estarán ahí, para burlarse de ti... y así
Anónimo, El Nacimiento de Pelucas, c.1478, óleo sobre madera
Se sospecha que fue un encargo de Pierfrancesco de Médici.
Sin palabras... cambiamos las descalificaciones de Pelusa y sus incondicionales secuaces, por una sincera felicitación a Luis Jesús por haber superado su legendaria imposibilidad para autosatisfacerse... recordemos que hasta hace relativamente poco, Pelusa no se había masturbado en toda su vida. Peluche, confiamos que de aquí en adelante TODO salga más fácil.
Amables lectores, por favor dejen sus felicitaciones en los comments y aunque no es necesario hacerlo dada la calidad de este documento, se comprueba que la realidad es más extraña que la ficción ya que reiteramos que en esta imagen NO HA HABIDO MODIFICACIÓN ALGUNA.
A felicitar a Pelusa, pues.
El reputado científico Dr. Ludwig Frotten-Berger a punto de descubrir la causa del extraño mal que aqueja a Pepeluche.
En efecto, después de arduas investigaciones en las que se barajaron hipotésis tales como el episodio de la alberca fecal, la imposibilidad masturbatoria, el ropaje divino y la bala mágica (episodios harto conocidos por los faltosos y en los que abundaremos próximamente de continuar esta serie de fútiles descalificaciones), el equipo médico ha encontrado que la inestabilidad emocional de nuestro compañero se debe a un olvidado hábito de su más tierna infancia, y que al parecer aún persiste en nuestro coate.
Sí, Pelucas sufre de incontinencia urinaria. Recordemos lo que sucedía -según el mismo Peluche nos ha referido en varias de nuestras interminables sesiones de psicoanálisis cervecero- cuando la emoción embargaba a nuestro pequeño amigo en distintas circunstancias. Cuando la euforia incontrolable se apoderaba del pequeño Pee-lucas, una agüita amarilla cálida y tibia recorría el interior de sus pequeños pantalones cortos. He aquí un par de pruebas de que tan singular hábito persiste hasta sus presentes 35 años, sustraídas subrepticiamente de un álbum familiar.
Baby Merluza despúes de un refrescante accidente.
Pipilucas descubre que algo ha salido mal.
Pero como este post ha decidido no integrarse a la avalancha de agresividad sin sentido presente en úlimos días en este espacio, nos permitimos presentar algunas de las soluciones prácticas que nuestro equipo médico ha sugerido para ayudar a nuestro coate.
Y bueno, unas leves recomendaciones:
Por último, también es bueno recordar que se debe visitar al médico para una evaluación inicial y para crear un plan de tratamiento. Las opciones varían dependiendo de las causas y del tipo de incontinencia. Afortunadamente, hay muchas cosas que se pueden hacer para manejar este problema. No te preocupes mano, estamos contigo!